Primera
historia. Un hombre de noventa años se encuentra solo en una carretera nevada
después de haber tenido un accidente en un paraje aislado. Consciente sólo a
ratos, en espera de que lo rescaten, tiene visiones del amor de su vida, quien
murió hace un tiempo.
Segunda historia. Una joven estudiante de arte y un cowboyse enamoran perdidamente, a pesar de proceder de ambientes completamente opuestos. Ira y Ruth. Sophia y Lucas. Dos parejas que tienen poco en común. Cuatro vidas que, más allá de la desesperación, más allá de la muerte, coincidirán en un inesperado viaje a los lugares más recónditos del corazón humano.
De
las treinta y cinco chicas que llegaron a palacio para competir en La
Selección, sólo seis de ellas han logrado permanecer en la disputa: La Élite. Y
sólo una de ellas conseguirá casarse con el príncipe Maxon y ser coronada
princesa de Illea. America, una de las contendientes, todavía no está segura de
hacia dónde se inclina su corazón.
Cuando
está con Maxon se ve envuelta en un romance nuevo que la deja sin aliento, no puede
imaginarse con nadie más. Sin embargo, cuando ve a Aspen en los alrededores del
palacio, los recuerdos de la vida que planearon juntos se agolpan en su
memoria.
Sólo
seis chicas quedan, y harán todo lo posible por ganarse a Maxon. El tiempo
se acaba. America tiene que tomar una decisión.
Paris era una fiesta, el primer escrito de Hemingway que vio la luz de forma póstuma, despliega el mítico panorama de la ciudad de París, la capital de la literatura en lengua inglesa hacia 1920. La obra es una mezcla fascinante de paisajes líricos y agudamente personales, con otros más contundentes y anecdóticos en torno a sus años de juventud en aquel encantado lugar en el que fue «muy pobre pero muy feliz», en un tiempo de ilusión. Diario del hombre y del escritor, crónica de una época y una generación irrepetibles, este texto alinea en sus páginas a figuras como Gertrude Stein, Ezra Pound y F. Scott Fitzgerald. El París cruel y adorable, poblado por la extraordinaria fauna de la «generación perdida» y sus precursores.
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"Los libros son espejos: sólo se ve en ellos lo que uno ya lleva adentro"