Madeleine, Theo, Lulu y Garrison han recaído en sus antiguas fobias. O,
por lo menos, eso es lo que cree Mrs. Wellington. Así que la
extravagante directora y antigua reina de la belleza «invita» a los
cuatro chicos a un segundo curso «no opcional» en su exclusiva y
secretísima escuela de verano para eliminar cualquier vestigio de sus
antiguos miedos...Sin embargo, pronto todos tendrán cosas más
importantes en las que pensar: una misteriosa persona quiere destruir la
escuela, y, por si fuera poco, ha llegado Dahlia Hycklebee-Riyatulle,
la nueva alumna...
Un mundo de criaturas fantásticas, bondadosas y perversas ha abierto sus
puertas para siempre…
Las reservas para seres mágicos siguen en peligro y la carrera por hacerse
con los cinco artefactos que abren la prisión de los demonios continúa. Los
Caballeros del Alba poseen dos, pero la idea de que la Sociedad del Lucero de
la Tarde pueda hacerse con el resto es aterradora. Kendra averiguará dónde está
la llave que abre la cámara en donde se encuentra otro de los artefactos
leyendo los diarios secretos de Patton: una reserva de dragones llamada
Wyrmroost.
¿Conseguirán los Caballeros del Alba conquistar Wyrmroost? ¿Quién dentendrá
a la Esfinge? ¿Se puede confiar en Vanessa? ¿Cuál será el siguiente artefacto
con el que darán? Por cierto ¿alguien sabe dónde está Seth?
El Oregon zarpa de nuevo. Todo arranca con el asombroso descubrimiento que
hacen cinco hermanos en una cueva
próxima a la costa de Washington, el 7 de diciembre de 1941. Pero el
protagonismo que alcanza el ataque de Pearl Harbour sumirá dicho hallazgo en el
olvido. Sesenta años más tarde, Cabrillo retoma la pista de aquel misterio
celosamente guardado por los cinco hermanos, vuelve a la misma isla y a la
misma cueva, y se topa con un increíble hallazgo que ha permanecido silenciado
durante siglos, y que entraña un gran peligro. Al parecer, todo comenzó cinco
siglos atrás, con una expedición china y un singular cargamento sobre el que
pesa una terrible maldición que tal vez aún sigue vigente. Emoción a raudales,
giros argumentales constantes, acción sin descanso y un toque de misterio: esta
es la irresistible fórmula del tándem Cussler-Brull.