viernes, 9 de noviembre de 2012

Opinión Nunca Sabré De Keila Ochoa Harris

Nunca sabréEn Tlalpujahua, un pequeño pueblo mexicano del estado de Michoacán, la industria gira alrededor de las esferas de vidrio –su especialidad. La tienda donde Ángela trabaja, como muchas otras, semeja un pequeño nido de fantasía, cubierta de pared a pared con un sin fin de detalles que evocan desde Papá Noel hasta los magos de oriente. Nacimientos, coronas, guirnaldas y esferas, muchas esferas. ¿Qué pensarán los clientes si adivinan que la encargada de esa pequeña tienda de artesanía detesta la Navidad? ¿Y qué de don Rubén, el dueño de esa tienda y fábrica de esferas que tampoco aprecia las festividades? A estos dos la Navidad se les figura un invento mercantil para despojar a la gente de su dinero y su aguinaldo. Pero quizá en esta ocasión todo cambie debido al regreso de Clara, la hija de Ángela, quien llega con una noticia devastadora. Y la presencia de Adrián, el hijo de don Rubén, quien decide acompañar a su padre para sus primeras sesiones de quimioterapia.

Opinión Personal

Clara regresa a  Tlalpujahua embarazada sin saber que hacer con su vida, una fiesta , malas compañias la dejan ahora sola, con un bebe en camino y sin poder estudiar, después de pasar algunos meses sin casi comer, decide regresar al pueblo mágico y afrontar la desilusión de su madre Ángela que trabaja en una tienda donde la navidad es todo el año.

Adrián regresa a Tlalpujahua por diferentes motivos su padre el dueño de la tienda de esferas sufre cancer y en unos días comenzaran sus quimioterapias y él decide acompañar a su padre que cuándo su madre murió en un accidente lo envió a Morelia con su Tía que lo cuido como si fuera su hijo. Adrián es un músico ¿sentirá que su carrera musical se pierde en un pueblo tan pequeño? ¿podrá salir airoso de esa tierra mágica?.

Nunca sabré es una novela cercana al modo de vivir de la mayoría de los mexicanos, nos acercamos, nos alimentamos, nos amamos más en época de navidad, pero vivir todo el año en ese ambiente y no ser precisamente devoto a las fiestas es una lucha entre ser y tener un poco de paz.

pero también de muchos quizás o nunca sabrás, con un marco lleno de magia de navidad, de todo eso que añoramos cuando termina diciembre, es una batalla de tener fe o de no tenerla, de poder alcanzar la estrella y ser una pequeña mariposa enamorada de un imposible,  varios capítulos de musica de ilusión de ser parte de algo. La narración es maravillosa como la autora nos cuenta, nos inventa un mundo real (el pueblo existe) con personajes cálidos, entregados pero también como humanos, tienen pensamientos egoístas, envidiosos o llenos de humanidad. Adrián es un personaje que sus conversaciones me llenaron de alegría. Habla de religión.... Si, de la natividad y de creer, no quisiera añadir más, solo diré que un gran mensaje deja la novela; depende de cómo queramos leerla.

No tengo partes que me gustaran más, todo el libro esta escrito con claridad, se entrelaza las ideas y logro conmover, llore por todo y nada a la vez.

 Lo mejor: El final como  logra que las cosas se arreglen en navidad, lo hizo de una manera rápida y eficaz, solo unió lo que venia haciendo en todas las paginas, ¿el desenlace es el esperado?... No, la historia no tenia que acabar así, solo fue parte de tener fe y que la mariposa tuviera la fuerza para alcanzar su estrella.


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"Los libros son espejos: sólo se ve en ellos lo que uno ya lleva adentro"

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