Cierto día, Aaj Beh, un viejo hechicero y curandero maya encuentra en la selva a una joven agonizante. Ha sido golpeada y violada por un grupo de desconocidos. El anciano lleva a la muchacha a su cueva y, haciendo uso de remedios y pócimas tradicionales, la ayuda a recuperarse. La chica, quien recibirá el nombre de Nikté, demuestra una sensibilidad muy peculiar. No sólo tiene facilidad para asimilar las enseñanzas de Aaj Beh sobre el arte de curar, sino que también posee el don para “ver” más allá del mundo visible. Ello la llevará a emprender un peligroso viaje al inframundo o Xilbalbá para recuperar una misteriosa y poderosa reliquia.
Opinión Personal
Me duro un segundo...
Quizá tenia altas expectativas, quizá fue la portada tan hermosa, que te llama a leerlo, una edición preciosa y si le sumas que son 228 paginas, (la letra tiene un tamaño grande), empezó muy bien, el trama es ligera y hace referencias sobre la cultura maya. Es sin duda una novela juvenil que tiene un buen comienzo, un punto maravilloso de terror y un final emocionante.
cuando leí que era un escritor mexicano lo empecé a leer apenas me llego
Boox Nikté, no se sabe mucho de su pasado, Aaj Beh la encontró al borde
de la muerte y tras salvarla la convierte en su aprendiz, la segunda
parte del libro quitando algunos capítulos cortos sobre el desarrollo de
ella como hechicera , deja inconclusoS y hasta me atrevería a decir sin sentido algunas
situaciones que inquietan mucho.

Es
una novela escrita con una narración sencilla, dirigido para un publico juvenil, no hay nada complejo
para su trama, con una historia para lectores que buscan encontrar
algo original, sobre mayas, sobre el valor de la amistad y la valentía del alma, entonces queda en buen intermedio
para lectores juveniles con una propuesta buena para comenzar adentrarse al maravilloso mundo de la literatura.
Buen Camino, Caminante...
Boox Nikté tenía la encomienda de ahumar el cadáver para que el alma se liberara. Agitaba de un lado a otro ramas de cedro tierno con hojas de salvia encendidas. En uno de los pases, tras la estela de humo, vio por un momento una figura en cuclillas sobre la cabecera de la cama. Nikté se concentró y siguió agitando las ramas, pero en otro blandeo, volvió a ver la siniestra figura, esta vez más clara. Era esquelética de piel negra, completamente lampiña. Su rostro tenía la piel estirada, muy similar a las cicatrices que producen las quemaduras. No tenía ojos, ni orejas, ni nariz, solo una amplia boca que carecía de labios. El ladrón de almas trataba de acercarse al rostro del difunto, pero retrocedía repelido por los rezos del hechicero.
Escritor y pintor mexicano. Desde niño descubrió su gusto por la literatura y la pintura. Comenzó su primer proyecto de novela a los 16 años, desde entonces escribe cuentos, poemas, editoriales y novelas. A pesar de considerarse una persona bastante sociable, mantuvo su trabajo artístico oculto hasta los 33 años. Alentado por su esposa y algunos familiares, rompió su timidez y comenzó a dar a conocer sus obras. Flor negra es la primera parte de una serie formada también por los libros El rey adivino y La hija de la noche.
Hojea el Libro




Gracias a Editorial Océano México